Embeber

Dícese en aquello que acaba impregnado…pero de qué?

Y es que no ha sido queriendo de verdad, una ya tiene bastante con ponerse de acuerdo consigo misma… Pero resulta que vuelvo a desdecirme.

En el último podcast estaba indecidida ( si lo sé, es un palabro inventado, pero mola ) respecto a la talla del Menita que estoy tejiendo ( esa preciosidad de camiseta) y tampoco estaba convencida del color. Pedí ayuda, no me avergüenza admitirlo. Es un alivio que alguien te diga: «haz esto» cuando tienes mucho caos. Uno obedece porque es más fácil que pensar que es lo que realmente quiere hacer.

Todos los comentarios decían: sigue tejiendo Elsa, ese color es bonito, te queda muy bien, no tires del hilo…

Y no lo he hecho…peeeeeeero (siempre hay un pero).

Estuve tres días contestando a vuestros comentarios convencidísima de que sí, que tenéis razón y que lo tenía que terminar. Pero sabes qué? Está impregnado de muchas cosas.

En cada prenda de ganchillo que hago, recuerdo perfectamente el momento dónde lo estaba haciendo (me suelo llevar la labor a dónde sea, ya sabes) y sobre todo al usarlo de Mindfulness, la labor se empapa de muchas emociones.

Y es que las emociones nos dominan, nos guían, en mi caso a veces hasta me impiden pensar. Es algo así como intentar acallar una manada de monos chillando (eso lo saqué de un libro, pero lo siento tal cuál). Aunque eso forma parte del capítulo del autocontrol, de decidir tu destino…para otra ocasión. El caso es que determinan el momento presente.

Y a ese color frambuesa, tan bonito, tan ideal, pues le he cogido un asco que no veas.

Y es que llevo dos meses, puede que fueran tres, intentando tejerlo.

He leído recientemente que los psicólogos aseguran que el divorcio y la mudanza son las dos cosas más estresantes que puede vivir una persona. Pero no decía nada de vivirlo todo a la vez…y esta última semana ha sido la de la portabilidad del wifi. Y lo creas o no, esto último ha sido muy traumático porque estaba sin datos y cada 100 MG me querían cobrar 2€. Ríete pero tal y como yo lo veo indignación se llama…

Así que yo tejía y tejía pero cuando llegaba a la siguiente vuelta (elaboradísima por cierto, tardo como una hora) pues me había saltado un punto en la vuelta anterior…o había tejido esa bolita llamada bodoque en el punto de antes…o cogía el punto alto en relieve al revés y claro, descuadraba. Esto no me ha pasado ni una ni dos ni tres. Han sido unas cuántas veces más.

Así que cada vez que me pongo a tejerla, me recuerda el estrés, el cansancio, la falta de sueño, la frustración…como no cogerle manía?

Pero hay que sacarle el lado bueno a todo, sigue leyendo 😜

El jueves, (hoy es lunes, aunque no cuenta porque hoy no he tocado la aguja) fui con la ukñ a comprar lana para que una de ellas se lo empezase. Y me enamoré. No he deshecho ni una vuelta y vuelvo a estar Zen.

Vas a ver un Menita en el podcast de septiembre pero la sorpresa es el color…

Y cada vez que lo miro veo a Yolanda con esa cara de pilla en el bazar, a Yoli con sus preciosos rizos y a Juana tocando ovillos mientras se decide. Tira millas Elsa 🪡🧶

4 thoughts on “Embeber

  1. Qué ganas de ver el color, con lo coti que soy, jajajaja. Lo que está claro es que te va a quedar genial con esa cara guapisisissisissima que tienes! 😄
    💜💜

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