¿Qué quieres ser de mayor?
Me hago esa pregunta todos los días.
Abro melón contando mi proceso personal por si puedo ayudar a alguien con ello.
En esta foto pesaba 114kg (quizá llegué a más porque me pesaba nada o casi nada) cuando miré la foto fui a una farmacia a pesarme y decidí ponerle fin. Era el año 1999. En la otra foto peso 69kg. Es de mayo de este año 2024.
¿Cómo se hace?
Calma que no te voy a vender nada, no es una teletienda. Tú lee, ya sacarás tus conclusiones.
Se que te mueres por saber el proceso de una foto a otra, por conocer una dieta milagro nueva y por hacer lo mismo. Pero para poder explicarlo bien y no arriesgar la salud de nadie, esto tiene que ser un post largo.
Influencer
Persuadir o manipular
Ambas cosas se basan en la influencia pero en la primera busco el bien para ambos. En la segunda buscaría sólo el mío incluso a costa de perjudicarte…
Esto pretende ser una persuasión para que cambies la visión que tienes de ti mismo, para que te cuides. Pero no porque debas ser diferente sino para que te quieres, para que te aceptes.
Tú consigues ser feliz y yo cumplo con mi deber de sanitaria de promover los hábitos saludables. Win – Win lo llaman.
Me enorgullece poder ayudar a otras personas, por lo que egoístamente, también soy feliz.
Obesidad emocional
Como todas las personas con obesidad que no están a gusto con su cuerpo, yo tenía complejo de inferioridad. Súmale una adolescencia e infancia con carencias emocionales y tienes una bomba para destruir el amor propio.
Soy una defensora de la relación que hay entre las enfermedades emocionales y las físicas. Es decir, somatizas en tu cuerpo lo que tu mente y tu corazón sienten…En este caso te diré que una forma que tenía de compensar ese complejo de inferioridad fue ocupando espacio, engordando, mucho.
Hay personas que tienen la mala suerte de padecer un desarreglo hormonal o cualquier enfermedad pero otras se amparan en una excusa porque es mas fácil culpar a causas externas y seguir igual.
No voy a entrar en lo adictivo de la comida, en el azúcar y en como la comida llena ese vacío emocional. Porque el azúcar es más dura de dejar que la heroína. Te consuela, te calma, es cuestión de química cerebral. ¿Quién no iba a querer al azúcar entonces?
Las cuatro patas de la felicidad
Tenemos un sistema de recompensa que se activa y nos hace sentir mejor segregando las cuatro hormonas de la felicidad: oxitocina, endorfina, serotonina y dopamina. Cada una cumple una función y se apaga cuando ha realizado su trabajo.
Un somero repaso a los neurotransmisores de la felicidad:
- La oxitocina (es la hormona del amor, las relaciones sociales, de los vínculos emocionales y el apego). Nos hace sentir satisfacción, calma y seguridad. Se activa con los abrazos, la lactancia, los regalos y construye la confianza y los vínculos.
- Las endorfinas (son el analgésico natural, una respuesta al dolor, al estrés y al miedo) son consideradas la morfina del cuerpo. Se activa al ver películas tristes o con comida picante, entre otras.
- La serotonina: (el control de las emociones, el estado de ánimo y el apetito dependen de ella) el sentimiento de soledad e incluso la depresión son respuestas químicas a su ausencia. Fluye cuando te sientes importante por eso es tan complicado de reparar. Recomiendan pensar en recuerdos felices, tomar el sol y hacer ejercicio físico como andar, correr…eso aumenta la autoestima, la autoimagen y por ende la felicidad. Pero también puedes optar por medicarte, la vía rápida igual que las dietas relámpago (por eso hay cinco millones de españoles tomando medicación de forma habitual)
- La dopamina: (Activa el circuito de recompensa, por ella repetimos comportamientos en busca de una sensación específica) la responsable del placer, de la motivación y de las adicciones. Este químico se dispara tanto cuando uno da el primer paso hacia su objetivo como cuando lo cumple. Y esto es bueno, hay que celebrar los logros y reconocerse el mérito. Pero luego están las RRSS (redes sociales) que han modificado todas nuestras conexiones cerebrales (al igual que ocurre al ver pornografía), segregando chispazos de dopamina. Que necesitamos esa aprobación externa, esa serotonina añadida también…pero ocurre igual que con estas recompensas rápidas que nos damos en forma de snack o atracón; Después llega el dolor por la ausencia de ese bienestar y no queremos afrontarlo, así que buscamos más. Dopamina o comida, ya tienes tu adicción.
Falta terapia, no disciplina
Y es que tener una depresión (por ejemplo) puede llevarte a un pozo muy oscuro donde te sientas cada vez más abajo y no seas capaz de tener esa fuerza. Te falte madurez, apoyo…o todo a la vez. Eso hace que te abandones a aceptar que las cosas no pueden cambiar e intentes aprender a vivir con ello.
O está la opción fácil, (encima muchas veces motivada por una atención de salud mental precaria): la píldora mágica.
Hablo de este psicólogo o psiquiatra que está tan quemado de su propio trabajo que te receta algo para que dejes de sentir dolor en lugar de escucharte o darte ese abrazo que tanto necesitas.
Que soy una defensora de los medicamentos, hay casos en que la terapia cognitivo conductual ( así se llama a escucharte y PERSUADIRTE de que hagas esto o lo otro para superar tu problema) no es efectiva porque la persona está demasiado «dolorida» (su cerebro está cansado e inflamado) y no es capaz ni de escuchar. No puede. Esa pastilla de la felicidad que te «adormece» las emociones es un aliado que usar en el camino al equilibrio.
Pero si después de esa toma no hay nada ni nadie que te haga levantar el vuelo, tomar decisiones y cambiar gradualmente de estado de ánimo, lo considero una droga legal (pierde su efecto, genera tolerancia y todo vuelve a ser igual).
Tengo un brazo roto, me duele. Tomo analgesia pero no me escayolan ni voy a rehabilitación para recuperar la movilidad. Pues sigue roto y cada vez duele más.
O peor aún: drogas ilegales.
Un círculo vicioso donde te vas aislando de todo y todos y que salir es complicadísimo porque como te has quedado sin nada más; si dejas de tomarla no tienes nada en lo que construir. Sólo te queda eso. Es igual que una relación de abuso o tóxica ( término que está muy de moda): te alivia la misma cosa, que te ha generado el daño.
Makandra Story
Tanto rollo para contarte porque pasé de ser una niña de 8 años con normo peso a tener con 15 años una talla 56- 58
Bien, ahí va.
En la primera imagen (soy la que está abrazando al perro) acababa de perder a mi madre. Ya faltaba mi padre así que el golpe fue brutal. Años más tarde perdí también a quien está de pie a mi lado, mi hermana mayor. Que no pretendo que saques el kleenex, sólo quiero darte a entender que todo el mundo sufre, que todos tenemos problemas y que puedes salir adelante desde cualquier situación. Y da igual lo abajo que estés, se sale de la mierda. Claro que nadie va a venir a sacarte…
Esa pérdida fue el inicio de una adolescencia rebelde en la que acabé a mis doce años en pisos de menores y con quince viviendo sola totalmente.
En la segunda foto ya vivía sola de forma extraoficial. Cobraba en una cuenta mi pensión de orfandad y trabajaba en lo que podía. Quizá la foto del «antes» tenga mucho que ver con salir al mundo teniendo la cabeza a medio cocer y el corazón roto… No tiene tanto mérito porque estuve haciendo todo mal, en aquellos pisos conocí a gente menos inocente que yo, empecé a fumar porros…
Junta comida y cannabis, luego deja pasar el tiempo…
Azúcar para calmar la tristeza, la soledad, la falta de apoyo…
El gran problema que tienen las drogas (incluiremos esos fármacos recetados de forma indefinida tipo Prozac) es que uno no sale porque considera que no está dentro. Y ese es el problema, que no eres consciente de que lo estás.
He tenido suerte de no haberme quedado atrapada, pero por poco.
El círculo era: estoy deprimida, como, fumo, me deprimo por lo que fumo y por estar gorda (por lo mal que como). Fumo más, como más…
Llega un día, ese momento revelador, en el que o bien se joden tanto tus circunstancias (que no te queda más remedio que salir de donde estás) o te entra ese empoderamiento de querer cambiar tu vida. Por lo que sea, pero te levantas. Te dices ya basta de hacerme daño: deja de compadecerte y ocúpate.
Y éste que ves es el resultado de un camino emocional y lo que nos ocupa, del cambio físico.
Por dónde se empieza
Nunca me funcionaron las dietas porque no tenía paciencia suficiente y me desinflaba antes de ver resultados. Tanto sacrificio inicial hace que no dure en el tiempo. Al principio tienes tanta fuerza de voluntad que hasta eres cruel contigo misma pero eso no es sostenible en el tiempo porque a ningún cerebro le gusta sufrir, especialmente la falta de azúcar.
Tampoco ayudaba que yo no tenía ni idea de nutrición. En ese momento pensaba que las aceitunas eran verdura (que lo son, lo digo por su valor nutricional) y por lo tanto me podía comer un bote entero sin remordimiento.
Y ser tan dura conmigo misma provocaba que me empezara a hacer trampas al solitario. Me empezaban a rondar pensamientos de compensación a semejante esfuerzo: venga te mereces esto que lo estás haciendo muy bien (comida por supuesto). O justificarme para posponer la meta: es mal momento, ya lo dejarás ( el azúcar, tabaco o lo que sea) cuando estés mejor o tengas pareja o trabajo o ponía cualquier excusa.
La fuerza de voluntad también hay que trabajarla
Que si, que él dinero para terapia y para comida son limitantes en la dieta pero hay opciones.
Odio cuando te dicen ánimo…o paciencia. A mí dame soluciones, no consejos.
Para eso estoy escribiendo esto. Por si te sirve de INFLUENCIA o te da alguna idea. Aclaro que voy a hablar desde el enfoque de una persona gorda que ahora pesa menos. Que ha probado todas las dietas del mundo, haciendo barbaridades. Te escribo como Elsa, una técnico de enfermería contando mi experiencia personal. No soy médico ni enfermero, ellos te aconsejarán mejor sobre los temas de los que te hablo si quieres ampliarlos.
Se sufre mucho haciendo dieta
Lo de como se engorda nos lo sabemos todos, el cuerpo es un depósito de energía. Quita y no pon, se acabó el montón. Pero tú no quitas, pones. Cada año eres más grande y tu ropa te lo grita desde el armario. No sabes como adelgazar y es desesperante.
En mis inicios me nutría fatal. Me gustaba comer tostadas de pan con margarina y azúcar, Coca-Cola normal (creo que en esa época sólo estaba la light, no la ZERO), la pasta, el pan, las patatas de bolsa, los fritos, mi único pescado era casi el atún de lata y los huevos eran algo ocasional. De carne comía sólo pechuga de pollo a la plancha porque creía que lo demás engordaba.
¿Ves lo mismo que yo? Hidratos con hidratos, grasasa y poca proteína. El cerebro necesita cosas para estar bien; Aminoácidos esenciales. No quiero aburrirte con eso. Simplificando mucho, de las escasas proteínas que consumía no obtenía nada. El OMEGA 3 por ejemplo, es muy importante para el estado de ánimo (ahora lo tomo a diario).
Macronutrientes
Yo creía que comía sano, que sólo tenia que reducir los dulces y comer más lechuga.
Pero hagas lo que hagas: 1gr de hidrato de carbono o de proteína son 4 kcal y uno de grasa son 9.
Me dirás ya, pero es que hay gente que come lo que le da la gana y no engorda. Que no, no le des más vueltas. O come mal y no llega a su tope diario de gasto energético o lo quema.
Y estar delgado no significa estar saludable siempre, puede que sea un TOFI, sus siglas en inglés (Thin Outside Fat Inside) quiere decir que es una persona delgada por fuera, obesa por dentro. Vamos, que sus arterias están pidiendo socorro por tener grasa visceral pegada a los órganos, el colesterol por las nubes y unas glucemias que da gusto. Acabarán con alguna patología cardiovascular, lo que quizá nunca sufra un fofisano. Pero yo no, yo estaba GORDA, obesidad tipo 2 o tipo 200, pero gorda.
Resistencia a la insulina
Esa es la conclusión a la que llegue con 35 años y un bebé, después de haber probado todas estas dietas relámpago:
- Cenar pavo y piña: adelgazas porque dejas de comer más calorías que con otro alimento, ya que son hipocalóricos. Que un día cenes ligero es bueno, pero no lo veo enriquecedor a nivel nutricional.
- La de la sandía: Consiste en comer sólo sandía durante un día o lo que aguantes…La sandía es todo agua, y te sacia, te refresca, sobre todo en verano pero se digiere enseguida y pasas más hambre que los patos de Manolo.
- La dieta de la sopa de tomate: La hice cuando vivía con mi abuela. Contiene tomate, pimientos, cebolla…triturados y es como la de la sandía, te llenas la tripa pero peor. No masticas y tu cerebro no tiene sensación de saciedad. El resultado fue sorprendente, tanta sopa «comimos» que engordé. Da igual lo que comas. Ingieres más calorías de las que gastas, subes de peso.
- Dieta del limón: Pierde 7 kg en un cinco días decían…lo que no decían es su efecto rebote. Tuve que beber mucha agua de limón sin azúcar, nada de grasa, comer vegetales y «algo» de proteína magra. El cerebro se alimenta de glucosa o convierte lo que le des (proteínas o grasa) en glucosa. No transforma el limón, eso no alimentó mas que mi depresión.
- Herbalife: No voy a criticar la marca, vende productos, no comida. Que si, que se comen pero que lo que te aportan, aunque sean buenos nutricionalmente hablando, puedes obtenerlo de la comida. Yo quiero comer comida, no quiero vivir para siempre comprando productos (por cierto, a mi criterio, caros si los comparas con la comida). Prefiero un buen salmón que gastarme eso en un batido…Mucha gente se mete a distribuirlos porque así los suyos son más económicos y puedes ganar dinero con el margen de otras personas. Pero no lo termino de ver. Me lo propusieron cuando vi que era insostenible. Lo dejé pasados dos o tres meses en los que me compré de todo: batidos que sustituían una cena (y tú te quedas pensando, ala ya está, hasta mañana), té de polvos que se echaba en agua y prometía quemar toda mi grasa…es llevadero cuando estas en bucle con un TCA, psicológicamente estás mal y no quieres comer, quieres evitar ese momento, porque no te controlas, no comer en compañía de nadie…Que no digo que se tomen así, se combinan batidos sustitutivos con comidas equilibradas pero una es radical, o descalza o medias de seda. No me van las medias tintas. Y si dice que desayunas batido, comes pollo y cenas batido, pues se hace. Dos meses más tarde de comer mas o menos equilibrado, recuperé lo mismo.
- Dieta détox: En esta pierdes peso ( pero es básicamente agua, no grasa), a través del consumo de plantas y sustancias orgánicas decía. Solo especificaba que me abstenga si estoy embarazada o lactando (no era el caso aunque lo parecía por tamaño). Traducido: que sólo fruta y verdura oiga. Al cabo de unos días empiezas a soñar con panes y galletas…
- Dieta de la manzana: Aquí podía meter otras dietas como la alcachofa, el pomelo…que serán super alimentos pero estás limitando tu ingesta a uno o varios grupos de nutrientes. Tu cerebro entra en privación, la ansiedad te sube por las nubes…frustración, abandono, atracón…ya me estoy repitiendo.
- Dieta militar: Tres días en los que comes pocas calorías y pierdes hasta 4 kg. Lo normal si como menos ¿no? La llaman también dieta de la armada. Tres comidas al día. Un sufrimiento para quien esté acostumbrado a comer cada dos horas porque su cuerpo se lo pide (resistencia a la insulina). Estás esperando la cena desde que acaba la comida y te rugen las tripas toda la mañana. Sientes debilidad y cada hora estás pensando en lo odiosa que eres por estar gorda. Cuando vuelves a comer «normal» , si es que no te metes un atracón enorme para «compensar» el sufrimiento, lo recuperas.
- Dieta de la farmacia: No se como llamarla, iba los martes allí al dietista, me pesaba, me vendía unas pastillas para comer antes de las comidas más grasas. Comía lo mismo lunes, miércoles y viernes. Cambiaba otras comidas martes, jueves y sábado. Funcionó claro, pero porque estuve haciendo una hipocalórica. Y me aburria de cenar espárragos con atún o de comer puré de verduras. Otra comida podía ser pollo, judías verdes…Lo cierto es que apenas comía pan. Los biscotes no son pan. Para mí es un quiero y no puedo. El arroz y la pasta los veía en foto. Las reuniones con amigos eran o tirarte a la vía (comerte un chocolate con churros) o sentirte un bicho raro y no cenar pizza. Como con las anteriores, difícil de mantener en el tiempo. A estas alturas, entre unas cosas y otras, bajé hasta los 95-90 kg. Bajaba en verano porque me alimentaba a base de lechuga y subía en navidad porque dejaba de «cuidarme» tanto.
- Dieta de los puntos: Harta de estar gorda como cada enero, probé a hacer ésta en una «dietista». Es equilibrada porque comes de todo, claro que las cosas más calóricas tienen un valor alto de puntos. y las verduras tienen cero. Entonces si quieres comer alitas de pollo, no es igual que la pechuga o un huevo frito. Si comes nocilla (¿de la de sin azúcar que es todo sorbitol de ese guarro? sí, esa) te quedas sin puntos para pollo. Está bien para aprender a comer de todo, no contando calorías. Apareció pronto el estancamiento y conforme perdía kg, me bajaban los puntos. Entonces me sentí estafada. Con lo que me estoy esforzando, ¿no merezco comer más? Y es que ese es el problema LA CULTURA DEL COMER, celebramos con comida (sino parece que no hay fiesta), nos consolamos con comida…y desde pequeña me han metido en la cabeza que había mucha gente muriendo de hambre, así que tenía que terminar todo el plato, aún sin hambre. Y los dulces eran un premio. Después de semejantes problemas con mis conductas alimenticias, como tú comprenderás, si veo que mi hijo ya ha comido verdura o pescadito suficiente y me dice «no puedo más» ( y no lo dice para pedirme un petitsuis o similar), pues no le insisto o le indico lo que considero que es suficiente (a no ser que esté malo o desganado). Por la misma razón, intento que el premio sea la cosa que más valora: mi atención y no la comida. Pasar tiempo juntos haciendo algo diferente o llevándole a algún sitio que le guste. No tiro mucho de comprar juguetes o una chuche porque me parecen un apaga fuegos para calmar esa rabieta, pero no para ganar la guerra…
- 1200 kcal: Esta me la dio el endocrino. Tiene restricciones en cantidad para comer por debajo de tus necesidades y adelgazas. Peeeero hay un pero enorme, aparte de que cómoda no es (dejas de comer lo que te gusta que es el azúcar y las patatas fritas, por ser muy calóricos), es que tu cuerpo se acostumbra a todo. Al principio funciona como todas las dietas, porque al cerebro le va la novedad y el cuerpo reacciona. Después pasa a acostumbrarse a vivir con esas 1200 kcal cuando tu cuerpo necesita 1500 o más (cuanto más volumen tengas, mas agua y calorías necesitas). Tu cuerpo se pone en modo supervivencia, como cuando eras un troglodita y cazabas con suerte, una vez a la semana. Entonces el día que te sales del tiesto y te das un homenaje, lo atesora en las caderas y el culo porque le hemos dado a entender que no hay comida disponible y tiene que guardar reservas. Siempre las guarda. Es cuando necesitas restringir más aún las calorías para seguir bajando, un desastre.
- La del Té Rojo: Consiste en beber cuatro tazas de té sin azúcar repartidas en cuatro comidas. Funciona y no funciona; por un lado si, mejoras porque solemos confundir el hambre con la sed. Beber mas agua (té) siempre será algo bueno, te sacia y ayuda a la digestión. Pero sino estuviera acompañada de la dieta equilibrada e hipocalórica que propone, no funcionaría y tiene a la larga el mismo efecto que la anterior. Al menos en mi caso.
TCA (trastorno de conducta alimentaria)
Me he dejado alguna, seguro. Y las que no habré hecho. Hay tantas dietas como personas y formas de entender la alimentación en el mundo. He cambiado el orden según me voy acordando…a esas alturas ya estaba tan desesperada que me pego atracones en soledad y los compenso con vómitos algunas veces. Era consciente de que podía caer en la bulimia nerviosa pero si me hubieran dicho que estaría delgada, cortándome un brazo y dándome garantías, hubiera aprendido a vivir sólo con uno.
Lo del trastorno por atracón, si considero que lo he padecido, comía mucha cantidad de comida, descomunal. Comía sin hambre, era hambre emocional. Un vacío que nunca se llenaba.
Y en eso consistía el hacer estas dietas restrictivas, me hacían perder el control sobre el apetito, darme atracones en soledad, comer a escondidas, sentirme culpable, aislarme. Y en casos como el tabaquismo dejas lo que te hace daño y punto pero ¿y la comida? No puedes dejar de comer, o si pero entonces tienes otra TCA, anorexia. Por suerte, esa no.
Evolución
Van pasando los años, estoy mas o menos entre los 80-85 kg con efecto yoyó en función de mi estado emocional. He aprendido algo más sobre nutrición y sigo probando dietas.
- La dieta disociada: En esta no se pueden mezclar proteínas con hidratos pero puedes comer la cantidad que quieras. Se supone que el estómago para digerir las proteínas segrega no se qué ácidos en el estomago, y claro, que para los hidratos era otro tipo y blabla…que por eso. Mentira, pero tienes ganas de adelgazar y te crees lo que sea. Al principio estaba emocionada. Pensé: Me puedo comer un kilo de espaguetis, con aceite en crudo, ajo en polvo, con pan y en otra comida un kilo de sepia o de pollo…la realidad es que jamás puedo comer tortilla de patata, lasaña y esas cosas que tanto me gustaban como los canelones de escabeche de mi abuela Marina. Y como me como esas cantidades ingentes de alimentos y las calorías son desorbitadas, no adelgazo, obvio.
- Montignac:(Alta en proteínas) Una variante de la disociada. A eso sí, se nota que la ha hecho un francés: comes mucho queso, natas y cremas. Se basa en restringir los alimentos que tienen el IG (índice glucémico) alto. Me funcionó bastante y es más entretenida pero al final subir o bajar de peso se basa en las calorías. Y es un poco absurdo que te limiten el comer sandía o melón (por el IG altísimo) si son alimentos hipocalóricos. Tienes que estar pendiente de la lista de IG, seguir los libros (compré varios) de menús y recetas para no comer siempre igual…pero vuelvo a repetirme; si me hincho a queso y mantequilla, como muchas kcal ¿qué pasa? Pues lo de siempre que con suerte me mantengo.
- Dieta del arroz: Nada de sal, algo de fruta y proteínas. No estás tan KO porque los hidratos de carbono te dan energía pero el almidón del arroz (nadie ha hablado de arroz integral, baby) a mi me subía y me bajaba muuuy rápido. Lo que se traduce en hambre, mucha. Tampoco estamos hablando de cantidades como para echar cohetes…tres comidas al día, tres tazas diarias de arroz…suena a campo de concentración. Mi insulina parecía una noria. Me encontraba mal.
- Paleo: es efectiva para tratar la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, hipertensión…todo empezó con un libro como siempre. A ver qué puedo o no puedo comer…consiste en comer carnes magras, aves, pescado, mariscos, moluscos, frutas y verduras. Todos los alimentos, como los cereales, legumbres y lácteos, que fueron introducidos con la agricultura, están fuera. Por supuesto azúcar nanay. Es una dieta baja en carbohidratos. Que no digo que no tenga una base sólida pensar que nuestros genes no estén adaptados a los nuevos alimentos, menos aún a los procesados. En mi opinión un alimento que tiene que estar tres horas al fuego (garbanzos, alubias) y aún así te resulta pesado…pues hombre, igual mi cuerpo me está diciendo algo. Se me hizo duro no tomar leche, yogures, ni pasta, ni arroz, ni pan…
- Keto: (Atkins) Se supone que no pasas hambre. Aquí descubrí que la insulina y mi peso estaban muy relacionados. Perdí muchísimo peso cuando ya había perdido la esperanza después de dar a luz. Me volví a poner en 108kg y en pocos meses de repente me vi con 82 kg. El primer mes creo que bajé 15kg!!! Espera no te lances, que no es oro todo lo que reluce…
A la izquierda acababa de dar a luz y parecía seguir embarazada. A la dcha. nueve meses después de nacer el koala.
Antes te tengo que explicar eso de la cetosis y lo jodido que es.
Un resumen muy resumido. Nuestro cerebro necesita glucosa para funcionar. Si tiene poca , el cuerpo la fabrica con lo que le des. Si le metes azúcar libre directamente, no tiene que hacer nada y se vuelve vago. Aparte que tu páncreas se va a poner a currar como un condenao para segregar insulina y bajar esos niveles.
Ahí es donde se aplican un poco todas las dietas anteriores y porqué funcionaban o no. Si yo le doy proteínas y tiene que transformarlas, probablemente gaste más energía en ello que las 4 kcal por gr. que te aportan. ¿Y la grasa? Le cuesta muchísimo más, pero obtiene energía. Claro que tu cuerpo no es tonto y si tiene carbos, no va a complicarse con nada más difícil.
Entonces, esta dieta te hace calcular los macros, los porcentajes de macronutrientes. Le pierdes el miedo a comer grasa. Eliminas casi todos los carbohidratos de tu dieta. Tienes que comer solo 20 gramos de carbohidratos netos al día, principalmente de verduras. Si lo logras, que no es fácil, tu cuerpo produce cetonas y utiliza la energía desde la grasa.
Dirás, maravilloso. Pues muy saludable no es comer tocino a espuertas; ni que puedas comer beicon, chorizo, huevos…pero no una manzana. Es en mi opinión un método drástico. Pero calma que hay otro menos radical, sigue leyendo.
Y digo que no es fácil entrar en cetosis porque lo he vivido, comprándome en la farmacia tiras de orina para medir las cetonas. Tampoco es agradable. Si comes muchas proteínas se transforman en carbohidratos y sales de cetosis. La verdura son carbohidratos y sin verdura ¿Qué te ocurre? que te estriñes, mucho.
Otro efecto no deseado y que te hará ser consciente de estar en cetosis es un gran dolor de cabeza. Pero grande. Es tu cuerpo notando la falta de azúcar. En función de lo habituado que estés el «mono» será mejor o peor. Hay que estar mentalizado. Por no hablar del humor de perros que se te pone, al principio al menos. Otro síntoma ingrato es una halitosis brutal. Tú mismo te lo notas. Es la cetosis, nada tiene que ver con tu higiene bucal.
¿Cómo se sobrelleva entonces? Mucho huevo, crucíferas en poca cantidad, lechugas tipo escarolas, frutas silvestres tipo moras, fresas (muy pocas), lácteos y grasa, mucha grasa.
Lo bueno es que te sacia y no pasas hambre. Lo malo es que el principio de quita y no pon, también se aplica. Si te pasas de kcal, no pierdes peso, lo ganas.
La mayoría de las veces estaba fuera de cetosis intentando estarlo. Pensé que sería más efectivo y saludable, una opción muy en esa línea pero menos agresiva una lowcarb o dieta baja en carbohidratos. Me pasé a eso un poco cansada de ser tan restrictiva. Se basa en limitar, al menos al principio hasta que pierdas un volumen suficiente de kg, la pasta, el arroz y la legumbre. En especial el pan y el azúcar.
Aquí llevaba casi dos años en los 75 – 80 kg haciendo la lowcarb.
- Low carb: ( Mi propia versión relajada) . Con el tiempo incorporé una vez a la semana una pasta o arroz (suelo hacerlo el domingo. Aunque me sale fatal la paella) y otro una legumbre pero poca cantidad. No olvides que tu cuerpo necesita esos carbohidratos para hacer deporte y las proteínas son los ladrillos que usa para construir músculo. Tengo en cuenta lo aprendido en la Montignac por lo que las uso integrales para que tengan menos almidón. Si que noté mucho la reducción de inflamación al reducir el consumo de harina (pan y pasta) cuando era más restrictiva. Como verduras todos los días, mucha proteína. Evito el azúcar y los edulcorantes porque también dañan el intestino consumidos en exceso.
- Ayuno intermitente: No es para mí. He llegado a durar más de 24 horas en la época que hacía keto y lo que me genera es ansiedad, mucha. Si que me parece buena idea cenar pronto y estar 8 -12h sin comer durante la noche. Al fin y al cabo el estómago debe descansar. Eso reduce la hinchazón del cuerpo. Pero estar pendiente del reloj para comer hace que dejes de escuchar tu cuerpo, hay que darle comida cuando tiene hambre, no porque sea la hora. Puedes acabar con un TCA por negarte el alimento y no comer aunque estés muerto de hambre,
Resistencia a la insulina
Una de las razones por las que no me funcionaban las dietas hipocalóricas, no tenía nada que ver con mi fuerza de voluntad. Pero eso es lo que pensamos al ver a alguien gordo por la calle, que es vago y que ha elegido no hacer nada.
La resistencia a la insulina es la hormona que nos protege del exceso de azúcares. Si nos excedemos de azúcar el cuerpo:
Acumula el exceso de azúcar en forma de grasa ( si comes muchos carbos, todo lo que no quemes, el hígado lo almacena cerca por si lo necesita) por eso tienes más volumen sobre todo en la tripa.
La ganancia de grasa visceral genera inflamación y envejecimiento prematuro, oxida las células. Estás hinchad@.
Cuanto más simple y refinado es el azúcar mas rápido aumenta mi glucemia y como consecuencia segrego más insulina para liberarla.
Síntomas :
- Deseos repentinos de hidratos refinados (el cuerpo te pide comida de la mala y a gritos).
- Fatiga (por eso siempre estás cansado).
- Necesidad de dormir (apatía).
- Sentir hambre con más frecuencia (como para ponerte a hacer ayuno…)
- Aumenta nuestros niveles de colesterol.
- Aumenta la presión arterial (para algunas personas, muy peligroso).
- Desequilibrios hormonales.
- Aumenta los niveles de grasa en el cuerpo ( lipedema, celulitis…)
- Desequilibrios de flora bacteriana.
- Inflamación.
El mecanismo es simple: + insulina y resistencia a la insulina , – peso vas a poder perder.
¿Cómo saber si tengo resistencia a la insulina?
Sino te puedes medir el índice HOMA ( índice de resistencia a la insulina) puedes hacerte estas preguntas:
¿Acumulas grasa en abdomen pero no en otras zonas del cuerpo?
¿Se te oscurecen los pliegues de la piel?
¿Te sientes cansado después de comer?
¿Tienes el hígado graso?
¿No puedes perder peso aunque te matas de hambre?
TRATAMIENTO (por suerte se puede revertir):
Ayuno intermitente pero entendido como dejar descansar las horas de digestión al cuerpo y comiendo por hambre, no haciendo barbaridades (si no tengo hambre no meriendo, ya cenaré).
Mejora tu alimentación: Consume alimentos ricos en prebióticos y probióticos (noté mucho dejar los edulcorantes).
Consume alimentos de bajo o medio índice glucémico (de todas las dietas, me quedo con lo mejor de cada una). Al no hacer subidas y bajadas bruscas, manteniendo niveles constantes de glucosa, se eliminan esos picos de hambre incontrolables.
Puedes tomar suplementos: Omega 3, Magnesio, Vitamina D y Vit C. Hay más (Inulina, Cromo picolinato, Ácido Alfa lipoico, Gymneba silvestre, Berberina…) pero tampoco hay que agobiarse, los alimentos de una dieta saludable tienen de todo. El Omega 3 si me parece imprescindible.
Haz ejercicio, empieza caminando. ¿Sabes que hay apps que te pagan por caminar? Investiga y motívate.
Disminuye el ESTRÉS. Si no segregas una hormona llamada CORTISOL que te impide perder peso.
Duerme, de lo contrario segregas una hormona llamada GRELINA que impide que te sientas saciado y comes más.
Y ahora ¿qué?
Estoy aplicando una mezcla de lo aprendido. Evito pesarme mas de una o dos veces al mes. Soy consciente de que cuando has tenido sobrepeso, tu cuerpo ya tiene creados esos depósitos de grasa y aunque esas células estén vacías se llenan rápidamente, no hay que crearlas. Tengo que cuidarme, debo quererme y no limitarme ni castigarme.
Como de todo. Si me tengo que comer un bocadillo, pues me lo como. Es mejor disfrutar de esa comida con mis amigos que negarme ese momento. Siempre se puede elegir la opción más sana. La clave es la suma de pequeñas buenas decisiones.
Voy a hacer la compra después de haber comido, sin hambre. Cocino una tarde a la semana todo lo que puedo para no caer en la comida rápida por falta de tiempo. Hay muchos ejemplos de batch cooking. Grabaré algún vídeo porque no me complico la vida. Tengo poco tiempo así que cocino rápido y fácil. Tengo aperitivos saludables para esos momentos: encurtidos en vinagre (los agridulces llevan azúcar),altramuces, frutos secos, fruta…mejor unas palomitas de microondas que unos doritos que son diez veces más calóricos…
Bebo agua, la mayoría de las veces es sed, no hambre. O que nos hemos acostumbrado a calmarnos masticando algo, usa chicles sin azúcar.
Intento ser un buen ejemplo para mi hijo. Ellos aprenden por imitación, de nada sirve que se lo diga ( koala come brócoli porque me ve a mi comer brócoli). Y tengo en cuenta el gasto energético que hago, si he estado todo el día con la silla pegada al culo o ese día puedo hacer algún exceso.
A veces creo que me he creado el deporte como rutina sólo para poder comer más. Me encanta, es una costumbre adquirida desde niña y lo disfruto. Solo espero poder seguir con un equilibrio y no caer en la obsesión.
He empezado a hacer ejercicios de pesas de forma regular para mejorar la flacidez de mi piel (sólo 15 minutos al día, que es lo que me veo capaz de mantener) y hace unos meses que empecé a correr desde cero.
(Si yo he podido, cualquiera puede )
Sigo yendo a la psicóloga, es especialista EMDR. A mi edad es difícil superar heridas pasadas pero si he llegado hasta aquí yo sola; ¿Quién me impide conseguirlo? Nadie, sólo yo.
Trabajo el nivel de autoexigencia y tengo que aceptar que el sobrepeso y tener un hijo te cambia. Que todos los cuerpos son perfectos tal como son, el mío también.
Hace unos años encontré un hobby que me apasiona, el crochet y mira a donde me ha llevado…
Espero que te haya servido algo de lo que has leído para encontrar tu propio camino.
Busca ejemplos de dietas bajas en carbos pero no seas duro contigo, es una forma de vivir. Hay que comer de todo, sólo mira las cantidades y muévete. Come comida de verdad, no paquetes de productos.
Bebe mucha agua, nuestro cuerpo la usa para todo (somos un 70% de agua).
Si estás ansioso sal a la calle, no te refugies en comer (pon música, lee, habla con amigos…) y no te aísles.
Con ir aplicando esos pequeños hábitos notarás mucho la diferencia.
Es una carrera de fondo, no de velocidad. Date un año para conseguirlo, no un mes.
Si un día te pasas, no tires tu meta al río, sigue hacia adelante y perdónate; sólo Dios es perfecto.
Gracias por leerme, por tu tiempo. Es algo que no recuperas jamás.
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